viernes, agosto 04, 2006

Hace 21 años, hoy era domingo

Cuando hay una celebración por lo general se le hacen buenos deseos al del agasajo. Muchas veces no se sabe que decir, particularmente si se trata de alguien que representa mucho para uno. Uno se queda corto de palabras y en un intento de ser original, fracasa estrepitosamente. Nunca le ha pasado a nadie conmigo. No me canso nunca de expresar lo profundamente afortunada que soy y como la vida siempre me da razones para sentirme bendecida y que todos los días merecen una indicación particular de como Dios cuida de mi con especial cariño. Es por eso que para mi cualquier señal de afecto y de "recordación" si se quiere, es recibida con alegría y afecto :D

Sin embargo, en este día es un día para regresar los buenos pensamientos. Aunque espero no "fracasar estrepitosamente", no prometo nada xD con todo y todo, es con la mayor sinceridad que puedo.

Esta noche, al soplar las velas, debería pedir un deseo. Lo que pensé, sin embargo, no fue un deseo para mí.

Acabo de leer una caricatura donde la persona se despierta y dice "acabo de tener una pesadilla: que cumplía todos mis sueños". Mi deseo es que siempre tengan sueños, y deseos, y metas que lograr. Ambición sana, si se quiere. Siempre una meta, algo a lo que aspirar y que cuando piensen en ello se les dibuje una sonrisa honesta en el rostro y sientan que el mundo está ahí mismo, just within your grasp. Que duerman en las noches un sueño ligero y veraniego, que les proponga descanso, paz y la suavidad del aire al contacto con la piel. Que, contradictoriamente, les quite el sueño, debido a la euforia. Que les haga sentir que andan 10 centímetros por encima del piso que otros simples mortales pisan. Que sientan que tienen más suerte que todos los demás, porque su sueño es así de mágico.

Tal vez lo pida para mi también, pero es medio pavoso eso de contar los deseos. Todo con la más mágica paz que se pueda sentir.