jueves, septiembre 08, 2005

"Sofie, ¿no vienes al desfile?"

"Tú que agarraste una estrella fugaz, hombre insensible, tu corazón será mío". Hmm... ensució la mesa."

hmmm... Calucifer...

Tenía mis dudas. No estaba preparada psicológicamente para enfrentarme a una explosión de imaginación, color, sonido, todo directo a los sentidos sin compasión. Así de maravillosa es la obra de Hayao Miyazaki, El Castillo Errante de Hauru, donde la realidad fantástica se une a la ilusión materializada.

Al decir que tenía dudas no era de que si la película sería buena o mala, sino sobre cómo haría yo para hacerle justa interpretación. Todos mis predicamentos volaron por la ventana de la habitación cuando empezó la música. Te envuelve en un ensueño y ya sabes que no puedes desconectarte, irte, desear no estar ahí. Maravilloso trabajo de Joe Hisaishi, la banda sonora es la acompañante perfecta del ritmo del film.

La historia se sitúa en una era sin tiempo, donde dos reinos entran en conflicto. Tratando de esquivar un desfile militar de tropas que se dirigen a la guerra, Sofie, una joven fabricante de sombreros, se encuentra con dos soldados que bajo su simpatía le impiden el paso en una calle angosta y solitaria. Un joven desconocido llega a su rescate, aunque para ella no hay mayor diferencia entre los soldados y el buen samaritano. Éste se ofrece a escoltarla, pero luego le presenta sus disculpas. Lo vienen siguiendo y lamenta mucho involucrarla.

Los persecutores, criaturas terriblemente parecidas a los sin-cara de la ganadora del Oscar de Mizayaki, El Viaje de Chihiro, obligan al joven a elevarse con su acompañante, caminando por los aires sin que nadie, aparentemente, en medio del bullicio, llegue a notarlos. Después de dejarla segura en un balcón, con el cumplido de que es muy valiente, el joven baja a tierra. "¡Menos mal que no era Hauru!" dice la hermana se Sofie al oír la historia. "No pudo haber sido él" bromea melancólicamente Sofie. Aquel mago que vive en el castillo errante tiene la fama de devorar el corazón de mujeres hermosas.

Esa noche, al regresar a la tienda, una "compradora" entra a deshoras. La bruja Arechi, ama de aquellas criaturas siniestras, maldice a Sofie, transformando su cuerpo en el de una anciana de 90 años. Al irse, Arechi le dice cándidamente "lo mejor de mi maldición es que no la puedes contar a nadie. ¡Saludos a Hauru!"

Desolada y desesperada, Sofie decide huir de su tienda, hacia tierra de magos y brujas y, en búsqueda de un lugar donde pasar la noche, encuentra el castillo errante.

Probablemente aquí debería ir la frase "aquí empiezan las aventuras de Sofie". No. Para mí, las aventuras de Sofie en el momento en que conoce a Hauru. Cuando los sin-cara (una de las mejores mezclas entre un Dementor y un Nazgul) los persiguen. Cuando Hauru, literalmente, la eleva.

Al igual que en El Viaje de Chihiro, aquí lo surreal es enteramente natural y a nadie le parece extraño que un mago tenga un castillo con cuatro patas, o que el Rey quiera usar magia para ganar la guerra (aunque a nadie le sorprendería en realidad). Como me sucede con la mayoría de los libros que leo y de las películas que veo, quería saber cómo terminaba la historia sin que llegara el final.

A Mariú no le hizo mucha gracia el ataque de vanidad tan "metrosexual" del mago, e Isa quedó prendada de la cantidad de clones de Haku (de Chihiro), pero yo quedé impresionada por toda la producción. Mi único defecto es no haber leído aún el libro en el cual la película se basa ligeramente, Howl's Moving Castle de la autora británica Diana Wynne Jones. Detalle que pienso corregir lo antes posible.

Con todo lo que he podido averiguar, más muchas cosas más que van más alla de toda explicación, Hauru no Ugoku Shiro pasa a ser una de mis películas favoritas. ¡Gracias, Tío Nolo! :D

1 Comments:

At 9/11/2005 1:34 p. m., Blogger NOlo said...

jajaja, de nada pequeña cecy, que bueno que la disfrutaste y viste toda la grandeza que comprende, desde lo conceptual hasta lo artistico pasando por lo humano que plaga todas sus películas. Que por más surreales que parezcan, no creo que podrían reflejar mejor nuestra humanidad...

ya tiene un par de semanas por aqui en el cine y es curioso el nombre que le han puesto aqui, se llama:

El Increíble Castillo Vagabundo!

jajja, a ver si la voy a ver al cine un dia de estos :p

 

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