Ingenuas Ocurrencias

Futuro por construir

Leyendo un par de journals de la blogosfera venezolana, me acordé de que ¡yo también me gradué de bachiller hace unos años! Suena estupidísimo esto de "me acordé", pero es que no es algo que suelo recordar con nostalgia.

Hace tres años y un pelo, el 20 de julio del turbulento 2002, me gradué de bachiller. Recuerdo que ese día no lloré, prácticamente. Mis compañeras (un colegio religioso, all-girls) se deshicieron en lágrimas, en promesas vacías de "no nos separaremos nunca, amigas :'(". No lloré porque yo no iba a extrañar al colegio. Tenía ocho años tratando de librarme de él ¿¿y ahora iba a llorar?? ¡Ni de vaina! Empecé en 4to grado con mucho esfuerzo, muchos, muchos aspectos de mi vida cambiaron el día que pasé por el portón gris con 9 años. Ese día sí lloré. Mucho. También yo era una llorona, eso influye.

Perdí las viejas amistades por cosas que pasan y mis verdaderas amigas las conseguí 3 años después y se establecieron como tales 3 años más tarde. Con un esfuerzo casi sobre humano de parte de un puñado de alumnas y sus padres (incluyendo al mío y al que estoy eternamente agradecida) la rama de humanidades permaneció abierta un año más y estoy (creo) orgullosa de decir que soy la última graduada de la última promoción de Humanidades del Colegio. Digo "creo" no porque no sepa si estoy realmente orgullosa, sino que no sé si considerarme orgullosa de ser la última. Pienso que representa un retroceso limitar la rama de estudios, sobretodo tan temprano en la educación.

Cuando salí pisando fuerte, recordando los eventos maravillosos del último año, el mejor de todos (en parte porque la cuenta regresiva para irme comenzaba y en parte porque realmente fue muy gratificante), me sentí completa. Sentí que una turbulenta época de mi vida terminaba e infinitas posibilidades se presentaban ante mí.

No todo fue una pérdida. En el Colegio aprendí que no todo es como se pinta. Que la confianza que depositas en las personas es valiosa y debe ser tratada con respeto. Que soy más fuerte de lo que creí. Que soy capaz de superarme y de lograr grandes cosas. Que la vida es muy corta para recordar que cuando estabas en tu punto más bajo alguien te pisoteó, en vez de recordar que poco después alguien se acercó y te extendió una mano. Que el pasado queda atrás, que se tiene que quedar atrás.

Que ahora soy infinitamente más feliz de lo que era hace 10 años cuando llegué por primera vez y que Dios es grande y nunca te da desafios que no puedas superar. Que ahora lo que queda es futuro por construir.


PD: ¡¡Feliz Cumpleaños H.J. y Jo!! Ustedes hacen mi vida más llevadera cada día que pasa

posted by Mace @ 4:23 a. m.